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junio 01, 2008

Cabeza dura

por Pablo Herraz Mardones

Hanna Arendt, filósofa judío-alemana, ha reflexionado y escrito sobre temas relacionados con filosofía política y en general sobre la condición humana desde el punto de vista de la acción política. Además, su currículo cuenta con haber podido escuchar de una manera privilegiada la llamada del ser, en unas reuniones ontológicamente sublimes que sostenía con Heidegger en su casa de descanso allá en las altas y nevadas montañas alemanas antes, claro, que al gran pensador le bajaran las ganas de ser nazi.

La cosa es que estaba Hanna Arendt un día en Estados Unidos y se enteró que habían encontrado en Argentina (disfrazado de psicoanalista lacaniano) a Adolf Eichmann, el encargado de ejecutar la “solución final” que dio muerte a millones de judíos durante la 2ª guerra, y que se lo llevarían a Jerusalén para hacerle un juicio. Acto seguido movió los hilos por aquí por allá y dijo: ésta no me la pierdo.

Lo que la Arendt quería era presenciar el juicio para entender que tenía en la cabeza un ser tan despreciable y moralmente condenable (¡ya! perverso polimorfo) como Eichmann. Para sorpresa suya, se encontró con que ante la pregunta de por qué fue capaz de hacer algo tan abominable, éste respondió: “¡porque me mandaron!”, con lo cual la Arendt se dio cuenta de que el hombre que fue capaz de matar a millones de judíos no era un sádico antisocial deseoso de conquistar el mundo y subyugar a la humanidad, sino que era lo que podríamos llamar “UN IDIOTA”. Después de ese episodio, volvió a Estados Unidos y escribió un libro que se llama “EICHMANN EN JERUSALEN, o la banalidad del mal”.

Quiero invitarlos, luego de haber expuesto lo anterior, a mirar un poco la guerra de las galaxias. Los Jedi son una especie de monjes espirituales con espadas fálicas que crecen y se achican a placer y que tiene la misión de mantener el orden galáctico (que curiosamente coincide con mantener la democracia y los valores republicanos, pero bueno). Además hay robots, monos pelúos, mujeres lindas (aunque la Natalie Portman es maomeno nomá, aaaaaa!!), todos unidos para salvar el universo. Pero resulta que todos estos virtuosos y heroicos personajes no serían nada sin un tarro con forma de basurero que saca de adentro suyo una cuestión con la cual manipula todos los sistemas computacionales de todas las naves, que reproduce mensajes pero que lo único que sabe es silbar no se que pero todos lo entienden. Si es R2_D2 (que por si acaso aclaro, no se llama Arturo).

R2D2

Mi punto es que en estricto rigor Arturito es un idiota, porque claro, es moralmente bueno en la medida que hace cosas que sirven al bien y todos lo aman, pero, como Eichmann, no hace otra cosa que cumplir órdenes. De hecho, cuando Anakin Skywalker se vuelve malo, ¿no es acaso el mismo tarro de basura municipal el que va atrás en su nave ayudándolo a que domine el mundo? Si ser bueno ya es difícil, creo que el hecho de que entre el “hacer algo bueno” y ser un idiota haya una línea tan delgada hace la cosa mas peluda, lo cual trae como consecuencia que en algún momento todos nos parezcamos un poco a R2-D2.

Por ejemplo, cuando usted va al supermercado y le piden el vuelto en la caja, ¿Ud. lo da? Claro, porque ayuda a alguien con eso y eso es bueno. Pero, aunque a alguien le ayude, ¿a quién está ayudando en verdad? Yo le voy a decir: a un grupo de hombres con mucha plata que reducen los impuestos de su empresa “haciendo beneficencia” pero con plata que no sale de sus bolsillos sino del de todas las personas que compran en su supermercado. Vale decir, el estado premia a las empresas que hacen ayuda social rebajándole impuestos (ganan plata), pero estos pillines hacen ayuda social con plata que no es de ellos (ganan más plata porque ellos no gastan en ayudar), y encima la gente compra en su supermercado porque es un supermercado “solidario” (ganan más plata). Bastante gratificante para el espíritu, para su bolsillo, y, en último término, para nosotros que nos sentimos un poco más buenos.

Si el ejemplo le parece aislado lo invito a pensar en todas las cositas lindas chinas que compramos (yo también) hechas por un ejército de chinos que les pagan 100 pesos la hora, para regalarlas en aquellos días Village (enamorados, papá, mamá, navidad, etc.), o en la polera de Greenpeace que ahora venden en Falabella y con la cual pretendemos salvar a las ballenas, ¿le parece bueno?, ¿le parece justo?

Aquí es donde ocupo la silogística y digo:

si Arturito, en su manera de ser bueno, es un idiota; y si nosotros, en nuestra manera de ser buenos, somos como Arturito; luego…

De más esta decir que cuando digo “somos” también me incluyo, pero si usted, tras leer este texto, se siente profundamente violentado porque insinué que era un idiota, pero mas aun, usted cree no serlo, puede hacer su comentario en: http://el-esquizoide.blogspot.com, puede escribir un articulo para la próxima edición, puede ponerse de acuerdo con otros y lincharme públicamente o puede comentarle a sus compañeros que yo soy el idiota y que la cosa muera ahí, como suelen ser las cosas por estos lados.

octubre 01, 2007

Como dice Redoles: nadie se mete en güeas por Gaete!!!

La otra vez en un consejo de presidentes propuse realizar un mitting, y ante la cara de asombro materializada posteriormente en la pregunta sobre ¿Qué es un mitting? Respondí: bueno, es una movilización en la cual un grupo masivo de personas acuerdan juntarse en un lugar a cierta hora para manifestarse, es decir, es una intervención, distinta de una marcha cuya esencia es juntarse para caminar hacia el lugar donde se quiere manifestar. Lo que me llamó profundamente la atención es que pese a las características algo más postmodernas de una intervención como el mitting, y pese a que no me esperaba que la idea fuese apoyada por la mayoría del consejo, tampoco esperaba encontrarme a estas alturas con que en el imaginario de nuestros compañeros dirigentes (gremialistas en mayoría) estuviera tan presente la idea de que cualquier “junta” o protesta pública estuviese directamente relacionada con el marxismo leninismo y la tomas y anarquía y descontrol y expropiaciones y quizás cuanta maldad más junta susceptible de llenar aquel significante, que como me percate, estaba aún vacío. Es más, en este tiempo me he dado cuenta que tienen la de que la izquierda se junta a idear malévolos planes y que actúa en bloque como lo hacen ellos, cuando todos saben que la izquierda en la UC esta más muerta que Gaete (quién mato a Gaete? los cuetes). La sorpresa se debe a que las manifestaciones como los mitting hace rato que pasaron a ser propiedad de los más diversos e inofensivos (y otros no tanto) grupos que sienten la necesidad de intervenir el espacio público y privado, desde el fun club de my chemical romance, hasta los ecologistas kamikazes europeos que protestan contra el calentamiento global siendo que se toman y ocupan en sus artefactos casi toda el agua del mundo, pasando por la gente de liberación animal, que estoicamente se ponen afuera de casa central para protestar contra la vivisección y la experimentación que realiza la UC con animales vivos.

Pero el tema no son las articulaciones del registro de lo simbólico en los distintos movimientos políticos respecto a los fenómenos sociales, sino más bien en nosotros como generación...

Resulta que un día, así de la nada (lo cual no es cierto) aparecieron los secundarios que protestaban contra la LOCE, y claro, el gobierno no los pescó. Sin embargo, los pingüinos encontraron una forma de hacer que todo el país los mirara y empatizara con ellos a tal punto que el típico “son puros vándalos” no se sostenía y todos tuvieron que salir a decir que eran tan buenos, inteligentes y tiernos. Cuento corto, se tuvo obligadamente que hablar del tema y ganaron por así decirlo, pero!, no contentos con la política de gobernar sin una idea sino que juntando a los especialistas de todos los sectores políticos para hacer algo que deje contentos a todos, llegaron y se bajaron del comité asesor y ahí están. Lo que quiero decir, es que parece que ya no se contentan con que los viejos los estigmaticen por la prensa para luego tomarse fotitos con abrazos y sonrisas, y para luego volverlos a tratar como niños. Algo tienen ellos que no tenemos nosotros que los hace menos conformistas, menos cautelosos y más atrevidos, bueno, así también lograron mucho mas de lo que, sumado, hemos hecho tanto cuando éramos secundarios como ahora Por otro lado está el mundo de los adultos, el cual determinado por la huella mnémica de la dictadura hace que aún en democracia cualquier movimiento social genere una extraña ansiedad de castración que sigue haciendo necesario a un estadista o figura de autoridad que sea capaz de golpear la mesa tipo Lagos. Es más, dado que en el gobierno de Bachelet todos “se subieron por el chorro” tuvieron que recurrir a las antiguas prácticas y llamar a Comisario Velasco para que pusiera orden, como si literalmente faltara el padre. En general, parece que la idea de los adultos es que ojalá no pase nada muy efervescente, no vaya a ser cosa que...

Bueno, queda el jamón del sándwich, somos nosotros, teñidos por el imaginario de nuestros padres y por ende preocupados únicamente por que nos vaya bien (algo así como por nuestra seguridad individual), conformándonos con tener por objetos de culto a quienes critican al mundo por nosotros de manera chistosa o poética (tenemos los videos de plan z y los simpsons en la casa, escuchamos Víctor Jara, Silvio Rodríguez y nos compramos los nuevos calcetines del Che Guevara que salieron en la tienda juvenil del mall), hijos de la transición (y de la alegría) que aprendimos a quedarnos callados, a mantener el status quo, porque salir a la calle es estar pasado a naftalina o hacer un mitting es sinónimo de la UP, los sesenta o que se yo, lo cual no pega con la reconciliación y la unidad nacional que nos dice los viejos. En fin, mi conclusión es que somos la generación que carga con el muerto y que, como dice redoles, nadie se mete en gueas por Gaete!

agosto 01, 2007

Me quejo (y eso que no tomo)

Cuando llegue a la carrera era bachi, y los bachis son los “bachiamigos”, otras personas que se juntan entre ellos y que llegan en masa a una realidad construida por otros que están como a 60 pasos pero que tienen, en parte, un mundo universitario diferente. Algunos dicen que son buena onda, otros que son pesados, hasta medios creídos le escuche a una profe el otro día, pero a pesar de ello mi impresión es que terminan por adaptarse y por impregnarse de ese supuesto “espíritu” que consta de un lenguaje, hábitos y por supuesto, harto cahuín.

Yo todavía no termino de descubrir las maravillas y vicios en este año ½ que llevo, pero de lo que sí me doy cuenta es que la gente es mala para decir las cosas tal cual son, que algunos les gusta el poder y demostrar que, no sé, tienen el falo. A otros les gusta carretiar y hay hartos buena onda que viven su vida universitaria así tranquilamente.

Es ultra sabido que en psicología no pegan las asambleas, discusiones de política universitaria, la agitación o movilidad o las ganas de cambiar lo que no les gusta, porque hasta al más conservador y tradicionalista le molesta algo, aunque sean los izquierdosos vociferantes, flojos, buenos pa las chelas, con guata y que se levantan tarde (que no tendrían que molestarle a nadie porque no hacen nada por situarse en el lugar que los intelectuales de derecha exigen para validarlos como dignos de ser escuchados), pero filo, por último, Cristian Rodríguez se dio la molestia de escribir un mail al Esquizoide.

Lo que aún no descubro es que le molesta a la gente de psicología, porque todos somos buenos para quejarnos por los pasillos de una infinidad de cosas, que el estrés, que el ramo, que el profe y así y así… pero para lo único que he visto una movilización espontánea es para que suban los resúmenes a la página y para hacer un tarreo (respecto a lo cual pido disculpas al Talo por no haber concretado su petición), eso claro, independiente de los proyectos en los cuales la gente se compromete como lo son Alhué, NSF y recientemente "Mente Sana".

Hablaba con alguien sobre plebiscitar la reforma de estatutos y me decía: pa que, si a nadie le importa!!!, filo, lo vamos a hacer igual, el único problema es que no me extrañó, porque la triste conclusión es que todos queremos sentimiento de escuela pero no sabemos que significa, ni siquiera los profes, que empiezan los asados a la 1 para irse a las 4:30 antes de que lleguen los alumnos en masa.

En fin, tal vez el problema sea que entre tantos sagaces ojos diagnósticos nadie quiere que se le arranque un exabrupto que lo delate, tal vez las cosas son como son y está bien así, tal vez que cambie el decano o que Rosso hable leseras por el diario sobre el perfil del alumno y el profesor que la UC quiere, sea en verdad un tema cuyo interés es cosa de gustos, y que la movilización del 29 de agosto no sea motivo de discusión porque no es parte de nuestra realidad sociocultural. Puede ser todo eso, pero les digo algo: yo no le concedo el dato a Rosas porque no creo ni que los pobres sean mas tontos que los ricos, ni los negros respecto a los blancos, ni los viejos respecto a los jóvenes (cognitiva II) y creo que sería súper entrete discutir, por ejemplo, de eso y de tantas otras anécdotas asociadas bajo el concepto de “lo que la escuela nos enseña”, ojo, sin necesidad de ser de post-grado.

En fin, igual fue un desahogo publico que espero a mas de alguno le haya molestado, cosa que colapse el mail del Esquizoide para responderme, a ver si este logra sobrevivir a la sequía de gente motivada en escribir.

Pablo Herraz Mardones
4º año (3º1/2)
Psicología UC

Alvarito... el verdadero dios de Psicología

PD: señor presidente me dijo Alvarito con un churrasco italiano en la mano, estimado le dije yo, sabí que, la psicología es una mierda me dijo, yo me fui sonriendo pero de pronto tuve miedo, ¿qué habrá querido decir la persona que mas sabe en la escuela?