septiembre 01, 2006

Eskizorial

«The world is absurd. Ugly absurd.
To repair ugly absurdity, you can’t just be normal. You need an alternative absurdity.
A beautiful absurdity.
We call it, "holy madness."» (Freeman, 2002, en línea)

Cuando pensé en ponerle nombre a un pasquín –a este pasquín–, no dudé en que debía llamarle de una forma que me hiciera total (sin)sentido. La lista anterior era algo como: “El Psicocrático”, “Sí… ¿qué?”, “Tras-torno”, “El Psilogismo” y otros tanto que nunca conocí pero que seguramente tienen algo en común: son nombres pomposos, o graciosos, o sugerentes, o –en fin– llenos de sentido.

Yo pensaba en algo totalmente opuesto. Y si bien El Esquizoide es un nombre que –dirán algunos– tiene mucho sentido, apunta precisamente a una cosa disociada, loca, insana, et cétera ad nauseam. (No confundir con freak, por favor). Y que sólo después de cinco números he comprendido lo difícil que resulta concretar una idea así.

Puede que sea porque ni yo mismo tengo claro el asunto.

Pero filo.

Quiero compartir la creencia de que en el absurdo hay algo realmente importante. Incluso más importante que en el sentido. Y que hay que buscar. A tontas y a locas. Pero buscar al fin.

Y encontrar. (O no).

3er Foro de Psicología

(Organizado por la Pastoral UC)

El día 16 de octubre a las 11:30 hrs. en el Teatro Aula Magna será invitado Marcelo Dezzi, quién dará una charla acerca de la “nueva terapia psicoanalítica”. ¡No se lo pierdan!

Canal CEPS

Yo espero que...

En el primer número escribí (confusamente) sobre mi expectativa principal sobre haber formado un proyecto de CEPS. En resumen, mi gran deseo era que el espacio (físico y virtual) del Centro de Estudiantes no estuviera reservado para quienes ostentaran un cargo, o tuvieran una chapa, o estuvieran “bendecidos” por nosotros como directiva. De hecho quise decir que el Centro de Estudiantes es el espacio donde los estudiantes concurrimos, además de ser la marca asociada solamente a las personas de la directiva. Es decir, pensé en que dejáramos de asociar el nombre CEPS con las 5 personas de la directiva y comenzáramos a usarlo para referirnos a ese lugar en el que todas(os) nos vemos las caras y hacemos cosas.

Varios números después, ni siquiera sé si he sido más claro en el papel; pero sí estoy seguro que hemos tratado de transmitirlo a lo largo de los pasillos de nuestra Escuela. El 1er semestre nos dedicamos a probar distintos mecanismos para funcionar como un equipo de la mayor inclusión posible. Esto es, los jodimos día y noche para que aceptaran integrarse a alguna Plataforma o a algún proyecto… hasta que algunos de uds. pensaron “¿Cómo me saco a esta gente de encima? Ya, filo, les digo que sí a lo que quieran… seguro no es tanta pega”. En conclusión, hicimos lo posible por tener un equipo variado y extenso.

Este 2do semestre queremos darle mayor consistencia a lo ya hecho. Evaluamos nuestro sistema de organización, le corregimos las pifias, estamos cada vez más (obsesivamente) ordenados, el Consejo de Delegados funciona de maravilla (mérito de ellos), etc.

El punto es que con una comunidad tan posmoderna como la nuestra, queremos tener la oportunidad de reunirla en torno a nuestras actividades. Todo lo que hacemos y pensamos como equipo tiene un objeto: reunir, mezclar y entre-mezclar a las personas de Psicología UC. Por eso los llenamos de mails, esquizoides, actividades; por eso los invitamos siempre a acercarse (aunque muchos ni siquiera conozcan nuestras caras); por eso siempre pueden encontrarnos dando vuelta en la facultad.

Seguramente este 2do semestre también vendrá cargado de pega, sobre todo pensando en el fin de año. ¿Hace cuánto tiempo que no hay 2 listas en las elecciones de Psicología? ¿Hace cuánto tiempo que no hay 2 proyectos distintos? Ojalá el trabajo 2006 motive discrepancias, nuevas voces, discusiones públicas, mucha gente moviéndose en los pasillos y cuchicheando tácticas maléficas para poder vencer a la lista contraria, cosas así.

De todas maneras yo sería igual de feliz si alguna(o) de uds. rompe el hielo y, a pesar de que ni nos conozcamos, dice: “oye, sabes que había pensado que podíamos…”

Paseo del Ombligo '06

Tercero es medio pelúo; no sólo porque estés con pruebas y (los menos pero cada vez más) trabajando, aparte del tiroteo conceptual entre los profes de los distintos ramos. Se hace complicado también porque es un año en que pasan hartas cosas. Cuestiones mas o menos "tradicionales" que cargan el año con un poco más de pega. Una de ellas es el imperdible Paseo del Ombligo. Imagínate: estás en una playa desierta, escuchas sólo el mar y las gaviotas, lejos de ese montón de fotocopias que siempre te mira desde el fondo del escritorio y de ese ringtone que ya no suena tan bacán como cuando lo pusiste por primera vez. De improviso un ruido rompe la calma, y de sopetón te caen 120 alumnos hiperestimulados y con abundante carne, piscola y reggaetón. Eso por tres días con sus noches, tallas, condoros, desapariciones misteriosas rumbo al roquerío, algunos "coscachos" ofrecidos públicamente por algunos, los "africanos" sorpresa y demases. Bueno algo por el estilo es lo que nos pasó: desde principios de año se escuchaban voces clamando por este reventón tradicional desde todos los sectores del curso, a los que los delegados más aperrados de la historia de la escuela respondieron con un paseote bueno, bonito, barato y con una convocatoria poco antes vista. Si bien hubo algunos contratiempos menores: unos vidrios rotos, vasos perdidos, kilos de pan olvidados, amplificadores quemados... nada muy grave; se notó que los cabros y cabras de tercero lo pasaron shansho, y que el paseo va a seguir dando que hablar por harto tiempo más. Fue una tremenda experiencia para juntar tanto a los viejos compañeros como a aquellos que se integran oficialmente a las filas de psicología y la verdad es que no para desde que uno se sube al bus hasta que se baja ( ejemplo son algunos delegados por ahí).

Pa’ que vean psicolog@s de todos los colores y tamaños, si se quiere se puede, y si 120 quieren, se arma un todos contra todos infernal... Eso sí, un consejo para los futuros organizadores: carretear y vender la piscola, claramente no es un trabajo compatible. Gracias a todos por el apoyo, en especial a la Jesu y esperamos volver a vernos las caras en lo mismo a fin de año.

Los "tremendos" delegados


Me parece que el ombligo es el signo de la llegada del ser humano, el signo visible de este arrojo al mundo, de nuestra desnudez en medio de otros que nos acogen como si nos conocieran de toda la vida, sólo para que no nos sintamos extraños, siendo que realmente lo somos hasta para nosotros mismos. Y así llegamos un poco los de Bachi a este paseo del ombligo de psicología, una “carrera de verdad”, y a esta generación en la que caímos un poco arrojados. Y parece que la intención era la misma que la de nuestros primeros cercanos, la de hacernos sentir parte de ustedes, y finalmente, me convencí de que la intención era verdadera. Y ahora somos de Psicología, pero tenemos un origen mucho más visible y distintivo otorgado por la comunión del ombligo. El mate y el café, la música, el mar, la bebida y la comida, el baile, la noche, las tardes, el bus, los bolsos, las fotos, las risas, el trasnoche y los cigarros los nuevos rostros con nombres, la fogata y el arena, los buenos días y las buenas noches. Todo esto es parte del signo visible de la común unión, nada se perdió, se transformó. Noche fría, mate caliente, guitarras y tú.

Catalina Álvarez Vallejos


Viernes 11 de Agosto, 15:30 todo listo para el Paseo del Ombligo. Estábamos listas mis compañeras y yo, esperando que los buses partieran para el inolvidable paseo programado a la mitad de nuestra carrera, el destino: Isla Negra.

Por supuesto preparadas como buenas mujeres y futuras madres continentes y con intenciones de tener una relación de comensal, además de las infaltables cosas para el carrete mismo, se quiso aportar con el toque hogareño a nuestro paseo. Por eso uno de los principales eventos en nuestra cabaña fue la “panqueqada” donde con arduo trabajo preparamos tan deliciosos manjares dignos del mejor restaurante de Santiago. Eso si nadie se imagino que la alta concentración de azúcar iba a provocar los episodios posteriores como el famosísimo concurso “quien quiere ser streaper” patentado por la cabaña 7 con invitados especiales de las de cabañas aledañas (8, 9) y que posteriormente se replicaría en otras cabañas. ¿¿¿Que habrá tenido ese manjar que causo tales episodios dignos una topísima despedida de soltera???

De dicho espectáculo mantendremos reserva de los participantes, solo quiero acotar que el entusiasmo femenino cobro insospechadas magnitudes y que el participante del juego “Quien quiere ser streaper”, ya quedo inscrito para una próxima versión (igual cualquier interesado se contacta, la fecha se avisará)

Otras actividades que realizamos, fueron los paseos a los lugares aledaños, pero en general lo más importante compartir con nuestros compañeros en las parrilladas, en la fogata, en extensas conversaciones y por supuesto en el carrete mismo. Creo que conocí mejor a muchas personas y gané grandes amigos. Las relaciones se afiataron y aunque no se socializó tanto entre todos como se hubiera querido, si muchas amistades nacieron, crecieron y fortalecieron.

Domingo 13 de Agosto, 16:00 todo listo para volver a Santiago. El objetivo de un inolvidable Paseo del Ombligo fue cumplido y con creces. Se debería hacer uno cada año ¿no creen?

Cabaña 7


– Amiga! Shoñé con conejos de peluche! – Ohh!!! La dura???!!!! Yo también – Yaaa!!! En sherio???, o sea yo no shoñé, cuando me estaba quedando dormida ashí, ¿cachai que uno ve como imágenes?, ya po, yo vi conejos de peluche. –Oh!!!! A mi me pashó lo mismo amiga, también los vi cuando me estaba quedando dormida, pero los míos no eran de peluche.

Extraño despertar en la cama matrimonial de la cabaña de los “botaos de la ola”, que amanecíamos más botaos que nunca. La obsesividad de la primera mañana ya se había disuelto o difuminado (nunca lo sabremos). Luego de la “cena más Freudiana” que he tenido (unos caracoquesos con salchichas) cocinados por el perraje, un par de horas mirando cuales santiaguinos las tremendas olas nerudianas, y un par de noches de los perros perreando cada cual en su más puro estilo; es hora de agarrar los bártulos, dejar que los conejos se consuman en su existencia –cuyo origen no me atrevería a asegurar– y partir de vuelta a las vidas universitarias, con un gustillo parecido al renombrado “ceviche del ahijado de Coloma”

Fabiola Melo

The Chimney Sweeping

El nuevo ataque perverso

El asunto es terrible. Terrorífico. Ominoso incluso. Tan espantoso es, que cuando lo descubrí, cuando todo calzó, tuve la peor de mis crisis histéricas: una contractura en el cuello y en la espalda, que hizo que en la noche del sábado terminara inmovilizada y chillando de dolor. El asunto es grave señores y es mi deber superar la represión y contarlo.

Siempre me ha llamado la atención cuando veo escrita la palabra Psicología sin P (es decir Sicología). Es como si le faltara algo, como si se lo hubieran robado o algo parecido. Es como degradar la palabra que designa nuestra carrera. Or something like that. In the other hand, y aparentemente sin relación, está la nueva ley antitabaco, que no sólo me ha usurpado mi amada cafetería y me ha convertido en la nueva paria social, sino que también ha eliminado progresivamente estos largos y blancos productos humeantes. Nuevamente hay algo que falta, algo robado.

“¿De qué habla señorita O.? ¿No nos contará de sus aventuras de coqueteos a profesores, ayudantes y en general a todo lo que se mueva?” Nada de eso. Insisto, esto es serio. Es que ambos hechos están íntimamente ligados. “¡Íntimo! Ésa es la palabra” pensé, y ahí hice click y lo comprendí todo: la respuesta es el falo. Así es, el falo, o más bien, la triste y lamentable falta de él… (it is so awful!). Analizando ambos hechos, se puede ver que la negación del falo es clarísima. En el caso de psicología, al quitarle su honorable P, lo que se está haciendo es castrarla. Grave, porque al castrar Psicología, no sólo se le quita el pene, sino que también se está negando la ley del padre, es decir, del siempre adorable uncle Freud. Lo que lleva necesariamente a renegar de su palabra, o sea el psicoanálisis, y a dejar tan loable materia de estudio en manos de inescrupulosos y crueles entrena-niños –¡parálisis, parálisis!–. Y en el caso de la nueva ley, es lo mismo. Se está prohibiendo la presencia fálica en la sociedad ¡se está negando el falo descaradamente y nadie hace nada!

La evidencia muestra claramente que hay un complot. Y no se trata de cualquier cosa; se trata de un complot perverso para renegar el falo a escala mundial. ¡Quieren borrarlo! Juro por Freud que quieren borrarlo. Y no se detendrán ahí. No. Sus planes perversos llegan a más allá de lo imaginable. Primero negarán el falo, prohibiéndolo u omitiéndolo. Luego vendrán los edificios altos, los camiones largos, los lápices, la cordillera de Los Andes, los aviones, los árboles, las zanahorias, el apio, las orejas de conejos, las antenas, los pepinos, los cuchuflís rellenos de manjar, los barquitos de madera y todo lo que tenga la sugerente forma alargada. Y cuando tengan el poder vendrá lo peor: nos perseguirán y nos obligarán a caminar agachados, porque nuestras posturas erguidas representan también el falo.

Y nos tendrán bajo su control. Y nos perseguirán. Y estarán en todos lados. ¡Están en todos lados! Aquí y allá y debajo de la cama y detrás de la cortina de la ducha. Atrás mío. Caminantes. Silenciosos. No hacen ruido. Puede ser cualquiera. Hay perversos por todos lados. Y adoptan formas. Y me persiguen. Y…

La señorita Anna O. ha sufrido una descompensación neurótica, con funcionamiento psicótico, de tipo paranoide. Se la encontró gritando que no le robaran el falo. [Nota del Editor]

ADVERTENCIA: el tabaco produce cáncer y la sicología puede provocar demencia.

Bienvenido a Psicología: Elige tu Mentira

Reflexión sobre Berkeley y lo abstracto

Lo abstracto, ha ido ganando espacio he importante según el tiempo avanza. La capacidad de abstracción es una de las habilidades de las funciones “superiores” que definen la inteligencia, se habla también de un proceso de racionalización a nivel de cultura y de sistemas sociales.

De alguna forma, vamos en dirección hacia la preponderancia de lo racional y lo abstracto. Lo son los códigos como el binario que funda los computadores, lo son las matemáticas y la lógica, y el lenguaje entendido de cierta forma.

Es extraño lo abstracto. Para mí está relacionado con la separación de la gente, la individualización, el frío afectivo entre la gente. Puede entenderse que la racionalización dio origen a la industrialización, el trabajo mecánico, la deshumanización y las guerras. Dio origen también a la concepción cartesiana del mundo. Y por una extraña razón pasó a ser quizás el lugar de Dios, lejano allá en el cielo, para algunos.

Fijémonos en las ideas abstractas a partir de las ideas de Berkeley, filósofo irlandés nacido en 1685. Las ideas abstractas son las ideas generales, que pueden hablar de varios individuos a la vez, los géneros, las especies, los conceptos para nosotros. Por ejemplo: hombre, mesa, perro.

Entonces a continuación habría que definir lo que es un hombre. La definición de hombre tiene que ser una que hable de todos los hombres y ninguno a la vez, según lo plantearon los empiristas como Locke con los que discutía Berkeley. Hagamos entonces un ejercicio entretenido: pensemos en el concepto de hombre, imaginémonos el concepto de hombre. Bueno, primero que nada está claro que nadie puede imaginarse un concepto, me refiero a una imagen de concepto. Pero imaginémonos lo que es hombre. Fijémonos bien en esa imagen de hombre, creo que en general nos pasará que siempre que imaginemos a un hombre nos imaginaremos a un hombre con determinadas características, o sea con cierto brazo, con cierto pelo, con cierta ropa. Es decir: ¿podemos imaginarnos un hombre que no sea ni alto ni bajo, ni gordo ni flaco? Siempre que nos imaginamos un hombre, nos lo imaginaremos con ciertas características, con cierto pelo, café, rubio, negro, pero no podemos imaginarnos un hombre con cualquier pelo, o todos los pelos. Estas cosas no podemos ni imaginarlas ni dibujarlas, ¿será entonces que pensamos con ellas efectivamente?

¿Cuáles serían las ideas abstractas entonces? Esto es curioso ahora: si cuando pienso en lo que es hombre siempre pienso en algún hombre, entonces ¿cómo pensar en los hombre en general?

Cuentan aquellas anécdotas antiguas que son cuentos, que un día, Diógenes Laercio, de la escuela cínica de Grecia, que aparece recostado en las escaleras en la famosa pintura “La escuela de Atenas”, se reía de Platón por ideas semejantes. Se le preguntó una vez a Platón sobre qué es el hombre, a lo que respondió: “el hombre es un bípedo implume”. Frente a esto, Diógenes tomó una gallina, le sacó las plumas y se la tiró a Platón diciéndole “ahí tienes a tu hombre”.

De alguna manera, las ideas abstractas dejan de referirse a las cosas que se supone refieren. Pasan más bien a referir algo inimaginable. Tengo una mesa roja de madera. Podríamos reflexionar sobre las clásicas características esenciales de la mesa. De las cuáles, el color se vería excluido, según dicen los clásicos que esa es una cualidad secundaria. Puedo prescindir del color para tener una mesa. Pero, no puedo prescindir del color para referirme a esa mesa. Podré hablar de las mesas y que tienen cuatro patas y de su función. Pero para esa mesa roja de madera, para que yo esté hablando efectivamente de esa mesa, cada una de sus características son completamente esenciales. Sino podría confundirla con otras. Entonces, ¿qué es una mesa?

Para la psicología, cosas que me parecen relacionadas a mí, dice Laing cuando habla de la experiencia. Las acciones han pasado a seguir a principios abstractos que se han vaciado con el tiempo. Estos principios y nuestras ideas actúan con violencia sobre nuestra experiencia. Esto no debe sonar tan raro, el alejamiento del hombre moderno de su cuerpo y de lo que siente, de lo que es vivir.

El tema de las abstracciones puede tomarse a través de las clasificaciones en la psicología, tema que suele despertarnos una cierta inquietud. ¿Cómo conocer a la persona, al paciente? ¿Cómo acercarse a él?

A veces pareciera que el conocimiento sigue abriéndose hasta rajarse, después de un tiempo pareciera que valen más las preguntas que las respuestas. No es tan raro pensar que en los últimos días de cada uno, las preguntas quedarán abiertas.

El Ciclo de Músicos EPUC se toma el Patio de Sociales

Durante los meses de Octubre y Noviembre la escuela recibirá la visita de vidas paralelas de algunos de sus estudiantes. Se trata del “Primer Ciclo de Músicos EPUC”, instancia en la cual podremos descubrir el arte que circula por nuestros pasillos y que nos topábamos a diario sin saberlo. Seguramente al momento de la publicación de la presente edición de El Esquizoide ya habrán escuchado a más de alguno de nuestros músicos tocar. A través de este espacio les invitamos a seguir alentando a sus compañeros. La cita es en el Patio de Sociales todos los miércoles a la hora de almuerzo. A continuación los músicos EPUC que contestaron al llamado del CEPS.

Miércoles, 8 de noviembre (13 hrs.)

NOMBRE: Juan Pablo Rojas Saffie
EDAD: 20 años
CURSANDO: 2º Psicología
TRAYECTORIA MUSICAL: 8 años de Piano en conservatorio, 6 años de Guitarra y Canto, 4 de acordeón y 2 de Quena y Flauta Traversa. Violín no toco :P
QUÉ ESCUCHAREMOS: Interpretaré junto a 3 personas más algunas canciones de Los Nocheros: “Roja Boca” y “Entre la Tierra y el cielo”, entre otras.

Miércoles, 15 de noviembre (13 hrs.)

NOMBRE: "Los Italianos"
EDADES: 21 - 21 - 40 años
CURSANDO: 4° Psicología - 4° Derecho - Formación Técnica Universitaria
TRAYECTORIA MUSICAL: la banda es un power trío y nace hace 2 años. Algunos integrantes han variado y el estilo también, pasando desde el blues tradicional, hasta el rock actual.
QUÉ ESCUCHAREMOS: En el ciclo mezclaremos algo de música latina (Lucybell, Fabulosos Cadillacs, Los Tres) con temas anglo (Green Day, The Ramones, etc.)

Miércoles, 18 de octubre (13 hrs.)

NOMBRE: Domingo Salvo
EDAD: 22 años
CURSANDO: 4° de Psicología
TRAYECTORIA MUSICAL: Toco guitarra acústica desde y eléctrica desde los 12 años. Me gusta tocar de todo: folklore, flamenco, trova, blues, rock, etc. He tomado algunos cursillos particulares por ahí pero, en general, he sido más bien autodidacta, aprendiendo junto con amigos y primos que también son músicos.
QUÉ ESCUCHAREMOS: En el ciclo tocaré un par de canciones mías, además de algunas improvisaciones y sorpresas acompañado por otros compañeros de la escuela.

Miércoles, 25 de octubre (13 hrs.)

NOMBRE: Martín Bacigalupo
EDAD: 22 años
CURSANDO: 2º de Psicología
TRAYECTORIA MUSICAL: Hace doce largos años le robé por vez primera un secreto a un acorde. Estudié guitarra flamenca con un profesor particular durante algunos de esos años.
QUÉ ESCUCHAREMOS: En el ciclo de músicos EPUC, compartiré la música flamenca que esconde mi guitarra con los que quieran escucharla. Hasta entonces...

Lunes, 2 de noviembre (13 hrs.)

NOMBRE: Pablo Torres
EDAD: 21 años.
CURSANDO: 4° de Psicología
TRAYECTORIA MUSICAL: Desde los 14 años agarré la guitarra. Aprendí a cantar entre coros de misa. Desde el 2001 compongo mis propias canciones. Estudié guitarra Flamenca un año, luego Canto Popular. Telonero en algunas oportunidades de Magdalena Matthey y Alexis Venegas. Participante de Días de Trova UC 2005 y 2006. Ganador de premios como Mejor Intérprete.
QUÉ ESCUCHAREMOS: A un mes del lanzamiento de mi primer EP “Todo lo que tengo” tocaré parte de él y otras cosillas. El estilo es Trova.

De lo circunstancial a lo efímero

por Juan Cristóbal Bartelsman (†2006)

Imagine ahora que conoce al amor de su vida haciendo una fila para entrar gratis al cine, una fila en la que sólo hay gente de cumpleaños, igual que usted, y que tiene el pensamiento fijo en la actual presencia y posterior ausencia de esa persona tan especial, impidiéndole esto pensar en acercársele para hablarle de lo que sea. Imagine que ella/él entra a ver otra película (Murphy, 1974), y que por muy temprano que termine la que veía usted, la que vio ella/él terminó antes porque era un cortometraje (Murphy, 1974). Usted sabe sólo dos cosas acerca de ella/él: 1) que es el amor de su vida y 2) que está de cumpleaños el mismo día que usted (i. ej. 7/11). ¿Qué hace? Supongamos que camina de vuelta a su casa, no se acuerda ni de cómo se llamaba la película que vio, que entra a una fuente de soda en Irarrázabal a comerse un completo porque le dio hambre y que entrando la/lo ve y no lo puede creer, pero sí, efectivamente ahí está, tomándose algo. Usted se alegra y piensa en acercársele, seguro/a de que el sentimiento es recíproco y esta seguridad hace que se de cuenta de que hasta ahora (precisamente ahora) no ha considerado la posibilidad de que ella/él ni siquiera lo/la haya visto en la fila. Esta duda hace que usted se acerque, pero temblando. Imagine que la/lo aborda y le dice algo. Aunque ella/él acceda a conversar, todavía falta mucho y en tanto puede usted enterarse de que ella/él tiene pareja, anillo e hijos como darse cuenta de que en realidad no era para tanto y desilusionarse mucho. Supongamos que ninguna de estas dos cosas pasa sino que todo lo contrario, y que encima ella/él se muestra interesada/o en seguir la conversación en otro lugar más intimo y menos luminoso (pub, café, su casa, la casa de ella/él, una esquina cerca, un bosque, la playa, estacionamientos subterráneos, un auto, otro planeta, etc.). Usted también. Imagine que ninguna de las innumerables cosas, procesos o personas que podrían afectar el desenlace de la historia –para mal– pasa, y el desenlace está tan bueno que se muere de ganas de contárselo a –literalmente– todo el mundo. Imagine que soñó todo esto anoche. Imagine que hoy es su cumpleaños y que NO va a poder ir al cine gratis porque tiene que entrevistar a un señor que no conoce para terminar un informe que dejó para último momento. Bienvenido a mi lunes siete de noviembre del 2005 a las 7:38 AM.

In Memoriam

para Juan Cristóbal Bartelsman

En la universidad en vez de mi casa, esperando la idea original.
Me publicaron antes que ellos, en el costado superior derecho, de los primeros por orden alfabético. Estoy envolviendo pescado y tratando de absorber goteras.
Te analizo gratis, dos sesiones. (ponme el colchón en el primer piso).
-Ven con tu familia.
(límpiame los restos de cáñamo del cuello)
-Eres la caja negra.
(sácame el aire de la jeringa)
Y aprendemos todos con el juego, aprendemos más si es recíproco, con el vaio, con el vaio chico, el juego es lo importante, el juego, el juego es lo que vale, el game, el juego, el game, el game, el over, el over dose, el game, el juego, el game, el game, el game over.

por pedro pablo

por Fanfy

Escribo aquí, pues en el último El Esquizoide publicado leí un comentario sobre el Juancri. Aunque sé que en este número estará impresa una historia escrita por el mismo Juancristobal, que sé que rescata mucho mejor de lo que pueda yo hacer aquí quien era él. Pero, me gustaría hacer una reflexión distinta, demandante según yo, de la del mes pasado.

Yo sí conocí al Juancri, creo al menos que bastante bien, y dudo que haya pasado por la universidad, la escuela o tercero de psicología, como pasa la arena por entre las manos. Definitivamente no.

Aunque la mayoría, 590 de los 600 estudiantes de psicología de la Católica no hubieran sabido quien era Juancri, y la noticia de su muerte sólo produzca en todos ellos cierta indignación y frases como –¡y cómo nadie se dio cuenta!, ¡cómo la escuela no hizo nada! o ¡cómo nunca lo conocí!; en los quince, diez, o sólo cinco que lo conocieron, no fue así. Juancri era una persona bastante singular, que no pasaba desapercibido, y sé positivamente que marcó a los que tuvieron la suerte de conocerlo. He hablado con personas que sólo intercambiaron un par de palabras o abrazos con el Juancri, y sin embargo él llego a tocarlos, profundamente. Estoy segura de que hasta los pocos profesores que lo tuvieron escasamente como alumno, se acuerdan muy bien de él. Y los que fuimos sus amigos, los que lo conocimos, llevamos su huella, su bonita y extraordinaria marca en algún lugar de nuestras personas. En los recuerdos de sus canciones, en sus gratificantes conversaciones, en sus voladuras y por sobre todo en sus abrazos. Creo yo que no pasar desapercibido, sino justamente lo contrario frente a un puñado de personas, es suficiente.

No creo que haya que ir por el pasillo aprovechando a cada uno de tus compañeros de escuela, o de curso. Es imposible tener una relación, conocer, o simplemente rescatar lo valioso de 150 personas, imposible. Pero en cambio, sí puedes con las 5 ó 30 personas que sí conoces –que tienes la suerte de llamar amigos– aprovecharlos al máximo, vivir con ellos todos los días como si no hubieran más por venir, sonreírles y abrazarlos. Pues si algo me enseñó el Juancri es que ese “luego habrá tiempo” es pura mierda. Lo que más me duele de su partida es todo lo que no le pude decir, todo lo que deje pendiente pues siempre habría después una ocasión para ello, y no la hubo.

Algo que si podemos hacer es disfrutar cada momento y maravillarnos con cada segundo que pasamos con nuestros amigos, con los que queremos. “No vaya a ser que las vida se nos escape mientras intentamos guardarla para nosotros mismos.”

Cuando leí el comentario del mes pasado pregunte: –¿quién es el Pato Meneses?, no lo conozco– un chascón me escuchó y me dijo –el Juancri tampoco–.

La co-lumna

>Hoy: Mitología EPUC

Freud: Gute Nacht!

Dicen que injuriar en contra del psicoanálisis, es causal de eliminación en la EPUC (¿o es que nunca te preguntaste a que se referían con “la universidad se reserva el derecho de revisar los antecedentes de sus alumnos y cancelar su matrícula en cualquier momento si, de dicha revisión, se desprende el incumplimiento de sus exigencias”). Claro, sacaron la entrevista eliminadora-de-desquiciados-mentales para el ingreso a psicología, pero a cambio tuvieron que optimizar sus medios de expulsión durante tu estadía. Y ahora todos aquellos desequilibrados, están entre nosotros, quizás publicando un pasquín que enarbole su patología –El Esquizoide–, el que debe pasar antes por el filtro de la autoridad (¿o por qué creen que la edición de agosto, termina por publicarse en septiembre?).

Y como yo aún no he sido reclutada en las filas de los mandamases del psicoanálisis, puedo darme el lujo –a costa de incrementar las medidas de resguardo personal- de hacer un ademán contra Freud y su bendecida descendencia. Claro, no seré yo la que lo haga (y que esto quede muy claro, señores de la Comisión de Gracia), sino que tomaré un extracto de un libro –no ficticio–: el diario de la señorita francesa, Valérie Valère.

“Todos los psiquiatras tienen aire pontificial y condescendiente: “pequeña, en realidad no hay ningún problema; lo único que tienes que hacer es comer.” Qué ridículos resultan protegidos tras sus escritorios y sus figuritas de adornos. Con falso aire de seriedad hacen preguntas tontas como: “¿te entiendes bien con tu madre?” “¿no te duele que tu padre se haya marchado?” “¿te ves muy gorda?” “¿preferirías ser un chico?” Nunca hubiera imaginado que fueran tan torpes. […]
Yo me divertía con sus majaderías de exámenes psicoanalíticos. Me llevaban a un pequeño despacho situado en los pisos secretos de esos asilos-laberintos y me dejaban con una de aquellas mujeres que trataban de parecerse a los hombres y te tomaban por una de seis años.
Voy a hacerte preguntas y tú contestarás lo que quieras ¿de acuerdo?... ¿qué te recuerdan estas fotografías?
Imágenes de círculos y de barras. No, señora, no dejaré que me atrape. No quiero que añada en mi currículum “obsesa sexual”. También sé que no se deben dibujar árboles con raíces demasiado gruesas: agresividad; ni con muchos frutos: arribismo; nada de muchas flores: romanticismo; no hay que ver en las figuras personas con demasiada frecuencia; sangre jamás; en pocas palabras, no hay que aventurarse.”

Es caricaturesco, lo sé. Pero al lector no debe sorprenderle, que ésta sea la vívida experiencia de una joven de sólo 15 años, internada por anorexia durante los años ’70.

Así que nada más que sugerir –tal como señalaba Cornejo en la edición pasada–, que no se dediquen al ejercicio básico de repetir una teoría, suspendiendo el juicio crítico. No porque lo diga Freud, se hace palabra sagrada.

Sobre una recurrente apatía epistemofílica

por Roberto Musa

En mi calidad de observador con propensiones científicas (consideradas seguramente pseudocientíficas por los autodenominados hombres de la ciencia) me veo forzado a compartir una observación de la que he caído en conocimiento recientemente. Hurgando entre viejos papeles me volví poseedor del interesante escrito de un desconocido en el cual especula acerca de lo que un leve carácter de autoridad folklórica es capaz de brindarle a ciertas proposiciones, volviéndolas completamente invulnerables a las más sencillas indagaciones atentas del sentido común. No hablamos aquí del férreo esfuerzo consciente por hacerse ciego a lo evidente que presuponen ciertos dogmas religiosos. No, hablamos más bien de una señalética heurística que parece indicar: ‘pasa de largo’, ‘no vale siquiera la pena indagar el valor de verdad de esta frase’, ‘cree sin cuestionar y olvida’. ¿Y luego de tan extenuante preámbulo, (inadmisible quizás para alguien que escribe en un medio cuyos lectores aún luchan por no resignarse a la obligación de aburrirse) cuál sería la controvertida frase en cuestión?

Una vieja pieza irrelevante de sabiduría colegial recibida en la más tierna infancia:

- Niños, ¿cuál es la única palabra en español que usa las 5 vocales?
- ... ... ... ¡MURCIÉLAGO!

No es sorprendente que el criterio de verificación del niño sea notar que efectivamente la palabra cuenta con las 5 vocales y por lo tanto no pueda ser falsa. Lo impresionante es que de ahí en más (salvo escasísimas (y honradísimas) excepciones) tal creencia no se cuestione, y para ser más preciso, jamás vuelva siquiera a ser considerada. Se incorpora esta pieza de saber en su condición de sedimento de referencia, y pese a ello podemos observar claramente que cualquier manejo del lenguaje por mínimo o rudimentario que fuere nos enfrenta con un vastísimo conjunto de contraejemplos que vuelven el dictum no sólo dudoso o cuestionable, sino absolutamente absurdo.

Víctima de su trastorno obsesivo, nuestro investigador (Dr. Doppelgänger) se propuso descubrir el alcance y la prominencia que las palabras pentavocálicas ocupan y para ello en un riguroso y extenso estudio que nos es imposible reproducir demostró que de las 120 posibilidades teóricas de ordenación combinatoria bajo las que dichas palabras podrían generarse, al menos 50% pueden ser construidas y tienen ejemplos concretos en el lenguaje ordinario. No sólo tenemos las muy habituales ‘abuelito’ y ‘neumático’ que despiertan las sospechas de unos pocos. Están las context-specific ‘freudiano’ e ‘incestuosa’. Las revolucionarias ‘cuestionar’ ‘opusiera’ y ‘triunfaremos’. Están incluso las que, en el orden correcto, hablan por sí mismas:

‘preciosura’ → ‘curiosea’ → ‘involúcrela’ → ‘influyéndola’ → ‘autorice’ → ‘pusiéronla’ → ‘inocularle’→ (‘precaución’) → ‘descuidados’ → ‘reproducían’.

Y cuando la remisión del buen gusto nos permite relajar nuestros criterios de admisión, entran algunas tan festivas y recurridas como ‘huevoncita’ y ‘rec...’

Ante lo pedestre y humilde de la proposición misma, todos caeremos sin duda en la tentación de convertir en metáfora el hallazgo y preguntarnos qué otras afirmaciones portentosas (de las que involucran nociones absolutas: ‘todos los X son...’, se sabe que el único que...’) pasan completamente indesafiadas pese a la ocurrencia y conocimiento diaria de contraejemplos patentes.

Pero no temamos, los juicios sobre la presencia de vocales no tienen relevancia histórica ni política.

Psico-Horóscopo

por Nicole Ruiz

ARIES. Se encuentra en una situación de cuidado, no debe tomar riesgos ya que decisiones impulsivas lo perjudicarán. Debe mantener la objetividad y mirar los asuntos con perspectiva. Mantenga la prudencia para alcanzar la felicidad.
Psicólogos: Klein, Lacan, Fromm, Maslow, Winnicott.

TAURO. Se producirán cambios inminentes su vida. Se aproxima un nuevo ciclo con nuevas oportunidades y para lo cual ocurrirán grandes transformaciones.
Psicólogos: Freud, Bateson

GÉMINIS. Se encuentra en periodo de búsqueda de la verdad, en dicho camino recibirá la ayuda por parte de diferentes personas que actuarán como guías o maestros para usted. Este es el momento de tener en cuenta la sabiduría convencional y el apoyo de un experto.
Psicólogo: Erikson

CÁNCER. Necesitará confiar en sus fortalezas interiores para resolver sus problemas. Es el momento para que tenga fe en sí mismo. Actuar con tacto y diplomacia la hará triunfar.
Psicólogo: Perls

LEO. Necesita permanecer centrado y tomar el control de las situaciones. Con el fin de superar intereses en conflicto debe seguir adelante con determinación y un sentido objetivo del asunto.
Psicólogos: C. G. Jung, J. Piaget.

VIRGO. Se encuentra en la ultima etapa para alcanzar su objetivo. Todo es favorable y el éxito se encuentra a la mano. Ahora se siente realizado.
Psicólogo: Horney

LIBRA. Es el momento de hacer una pausa y revaluar sus actitudes, objetivos y prioridades. Es el periodo de prueba donde una lección debe ser aprendida. Está en una transición entre lo viejo y lo nuevo.
Psicólogo: Laing

ESCORPIÓN. Esta en capacidad de cooperar armoniosa y pacientemente con los demás. Esta en medio de una creación nueva, pero debe tener moderación y manejo con los excesos para así encontrar el éxito.
Psicólogo: Vygotsky

SAGITARIO. Es el momento de expresar sus instintos creativos en una acción productiva. Cualquier esfuerzo artístico prosperará. Debe incluir a los demás en este proceso para evitar la obstrucción del desarrollo.
Psicólogo: Chomsky

CAPRICORNIO. Es el momento en que debes confiar en tu intuición y en tu sabiduría interior. En su camino encontrará lo deseado. Tome en cuenta la ayuda ofrecida que será vital para lograr el éxito.
Psicólogos: Watson, Rogers, Bandura

ACUARIO: Se anuncia un cambio dramático de lo cual se desprende un nuevo comienzo. Donde deja atrás falsas estructuras de la vida para alcanzar el entendimiento.
Psicólogo: K. Wilber.

PISCIS: Se encuentra en un ciclo nuevo que ofrece oportunidades para mejorar la vida. Puede necesitar tomar una decisión importante que influenciará los eventos de su vida.
Psicólogo: B. Skinner.

Hanging Around

por Bruno Grossi

Quedar borracho, jotearme a mi ahijada (la Cata), cachar que mi mejor amiga (la Sole) se puso celosa, tomarme lo que yo creía era un éxtasis. Dejé botaos a mis amigos (el Pelao y el Pito), y me subí a un auto que conducía un profe de la escuela acompañado, nada más ni nada menos, que por mi ahijada. Mm mmm, sí, así ocurrió exactamente... aunque después de todo lo que me ha pasado, ya dudo hasta de mí mismo.

Peinando –literalmente– la muñeca me encuentro hoy encerrado en un lugar que parece que no conozco, o quizás estuve en alguna vida pasada aquí, o quién sabe... No sé ni para qué escribo esto. A lo mejor porque en esta pieza sólo hay papel y lápiz... a lo mejor, a lo mejor... qué dolor de cabeza.

Hasta la memoria de los recuerdos de hace una semana es increíblemente mejor de lo que era hasta antes de la fiesta, pero parece que me dio la enfermedad de “memento”, porque no tengo ni la menor intuición de cuando me trajeron para acá, ni sé donde me encuentro espacialmente.

La película se torna difusa desde que me subo al auto del profe [cuya identidad no podré revelar por ahora; sólo puedo decir que es joven (pa’ que se hagan una idea)]. Apenas me subí, me sentía muy mareado. La vista era borrosa, y en mi cabeza había hormigas... así como cuando se duerme el pie y después vienen esas agujas torturizantes: esa misma era la sensación, pero en la zambeca –dijo el huaso. Estaba muy cansado, los ojos se me cerraban, ni siquiera podía hablar. Entre cabeceos, antes de dormirme por completo, alcanzo a escuchar la voz enojada del profe que algo le dice a la Cata. No recuerdo qué le decía, pero por el tono no me gustó.

Luego, cuando volví a abrir los ojos, me encontré en un lugar desconocido. Estaba acostado boca arriba, en una pieza sin ventanas de, más o menos – cálculo yo-, unos ¿7 x 5 metros? El lugar estaba excesivamente iluminado con unos tubos que irradiaban una luz que me deshacía las retinas. No hacía ni frío, ni calor. Y lo único que había en esa pieza aparte de mí, era el colchón donde me habían dejado durmiendo.

No alcancé a investigar mucho las paredes cuando de pronto alguien abrió una puerta que se mimetizaba perfectamente con la pieza. Era de esas que son controladas electrónicamente, y que se deslizan como los portones eléctricos... Era el profe con la Cata. Entran e inmediatamente se cierra la puerta controlada por una especie de control remoto diminuto que tiene el profe en la mano. Me abalanzo sobre él para quitarle el control y escapar, pero no lo logré y me calmaron, diciéndome que me iban a explicar lo que sucedía.

No lo podía creer, cuando me dicen: “Bruno eres parte de un experimento que revolucionará la psicología mundial. La pastilla que tomaste fue hecha para el inicio del proceso para despertar tu mente”. ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Por qué?, ¿Qué hice yo para ser parte de esto? ¡Están locos! Fue lo primero que se me vino a la cabeza. Estaba anonadado. Mientras el profe balbuceaba algo así como que no me preocupara, porque, en teoría, no tenía efectos secundarios. En eso estaba cuando de golpe interrumpí y pregunté que cómo pretendía que mi familia no me buscara. Que seguro ya habían ido a los pacos a dejar constancia por mi ausencia. Pero no era así, estaba equivocado, pues el plan era mucho mejor elaborado de lo que yo pensaba, habían preparado cada detalle. Pues, en su laboratorio, me explicaba, habían creado una réplica de mi persona... Increíble ¿no? Estaba espantado, al borde del colapso, escuchaba pensando en si a lo mejor estaba soñando lo que estaba viviendo.

Antes de inyectarme un calmante para dormirme, me dijeron que se había cumplido ya la primera de las etapas del proceso, la que consistía en una serie de cambios cerebrales que ya me explicarían más adelante. Estos “cambios evolutivos” (como les llamaban ellos) se habrían llevado a cabo, supuestamente, en la semana que pasé durmiendo con el festín de psicotrópicos que me habían suministrados para el inicio del proceso...

¿Qué será de mí? ¿Que hago aquí? La angustia de no saber, de desconocer que hago hoy, me paraliza... ¿Cuánto tiempo llevo en esta pieza? Desde hoy, al menos, podré empezar a tener la certeza de qué cosas vivo cada día, gracias a este bloc de notas y este lápiz.

Continuará...