agosto 01, 2007

Koala koala YAAA!!! (que estoy caliente, ¿cierto Rocío?)

"Ah? Koala qué? Nooo?!!! Uuhhhh!!! Qué fuerte!!!, pero igual choro". Esa debe haber sido la sensación de muchos al escuchar esta estúpida canción. De partida se nota que la hicieron a la rápida con la única intención de ganar plata lo más fácil posible, porque es igual al meneito de hace 10 años atrás y la Marengo, aparte de sus dos buenas razones que tiene para salir en la tele, no tiene nada más.

Salió que hasta los senadores y diputados andaban con el bailecito. Pero ¿cómo no van a andar con el bailecito? Si unas “periodistas” anduvieron tirándosele a medio mundo encima como si hubieran tomado yumbina o no sé, de hecho a muchos los botaron al piso con esta “simpática“ maniobra, siendo unas de las cosas más patéticas que he visto en la TV y eso que veo harta mierda.

Realmente lo que es patético es que se haya perdido la capacidad de sublimar y que muchos queden idiotizados con un baile tan brutal, tan violento, tan chocante y que a la vez se encuentra rico, bueno y todas esas cosas. Me preocupan varias cosas. La primera es que todos los canales y programas agarraron la “onda” del Koala y por efecto de fama la gente se idiotiza. Eso a su vez tiene dos ramas: por un lado, como es muy famosa esta cuestión, la persona siente ganas de “bailarlo”, entonces crean la necesidad de estar caliente cuando se baila, aunque no se note. Los bailes ahora son, rompe, patea, gózalo, muévelo, levanta, baja las manos (puras weás, sinceramente). En un análisis comparativo de letras de las músicas del pasado y las de ahora claramente hay diferencias monstruosas.

Se me podría contra argumentar que las canciones románticas no son de sexo, pero esas son peores, porque ahora la cuestión dice que si tú te vas, yo ya no doy la media vuelta, sino que me mato de frentón o no soy nada o que sé yo alguna cosa media psicótica. Por otro lado, esa falsa calentura adormece o insensibiliza cosas más sublimes, como el amor de pareja (la que está rica es la que me gusta, porque tiene buen poto y buenas tetas) o la música hecha con dedicación y no con máquinas, donde los botones hacen todo. Te meten un concepto de belleza y después con ese te venden mil porquerías, porque están dominados por un patrón implícito de cosas. Es interesante que si bien en un nivel hay cosas muy explícitas, dando la sensación de poder mostrar ya nada más (por ejemplo nacen preguntas como: ¿y después koala en pelota?), por otra parte hay muchas cosas que descubrir y actuar en base a ello. No quiero decir que la posición no se haga o que es indecorosa en si misma, lo que honestamente me molesta, es que sea así de difundido y así de gratuito, (sexualicémonos porque sí, estoy caliente Rocío, cierto?)

Lo segundo que me preocupa es qué hacer para limar esta nueva ética del koala. Algunos dirán “es lo que me tocó vivir no ma, no hay que ser tan cartucho”, a esos no hay que pescarlos. Lo que veo que se puede hacer es justamente lo que estoy haciendo con este escrito, es sensibilizar a todos de lo que está pasando y ser más naturales, como dice Rogers “tener sabiduría organísmica” (eso implica en este momento, NO DEJARSE LLEVAR SINO CUESTIONARSE) que sepamos cuando se está imponiendo cosas que podrían ser de otro modo, y que de la forma como se están planteando, es una forma que no está bien, va en contra de lo que no nos parece. Que aquellos grupos de poder como los medios de comunicación y los “artistas” de quinta, no la ganen tan fácil, HAY QUE IR PIFIAR AL FESTIVAL, NO HAY DISFRUTAR ASI NO MA.

Y lo tercero que me preocupa es que los hombres que me ven me dicen: “koala koala yaaa!!” y yo soy macho no hembra...

Atentamente,
UN koala

No hay comentarios.: