agosto 01, 2007

The Chimney Sweeping

Insertar Título coqueto
(O sobre una noche femenina en un bar)

Una de las cosas que detesto –que visceralmente detesto– es la psicología de sobremesa, de programas de bajo presupuesto y de Revista Ya. Esa psicología plagada de lugares comunes, angelicales intenciones y frases de buena crianza. Se me revuelven las tripas cada vez que oigo a un ingeniero repetir las burradas que dijo el psiquiatra/astrólogo en la revista Corazoncito, como si fuese la verdad revelada. Detesto con el alma que, hoy por hoy, todos se crean doctores en Psicología, apelando a superficiales y dudosos conceptos escuchados al pasar.

Pues bien, hace un par de días estaba en un bar con dos amigas de la Escuela; psicólogas que habíamos odiado la sección abracitos de Teoría Humanista y que, fascinadas por el glamour del psicoanálisis, figurábamos ataviadas al decimonónico estilo vienés (1). Debatiéndonos entre la envidia del pene, el daiquiri y el significado oculto de la paja y el limón de la piscola, apareció un espécimen digno del reparto de Alguien te mira, y no precisamente por tener una humanidad parecida a la de Rudolphy, que majaderamente insistió en sentarse con nosotras. No sé si habrá sido por las condiciones etílicas o una conjugación de los astros, conspiración de los dioses o avatares de la Pachamama, que él terminó haciéndonos un psicoanálisis barato y explicándonos por qué los loables principios de la Economía, mezclados con las enseñanzas de la tía psicóloga de Pasiones y la física cuántica en Marte, se aplican para entender cómo msn es un atentado para la comunicación entre los lobos marinos y los fetos de jirafa. Huelga decir que estábamos más aburridas que acuario de almejas y que nuestro narcisismo ya no era alimentado por este peculiar engendro. Por tanto, decidimos castrarlo simbólicamente (valga la aclaración: castrarlo realmente hubiese sido una afrenta contra la estética y, de paso, contra la moral y las buenas costumbres), de modo que el personaje se diera por enterado que su falo no era objeto de nuestro deseo.

Más allá de nuestras risas posteriores, concluimos dos cosas: primero, que la próxima vez que aparezca un sujeto sacado de guión de Tim Burton, optaremos por decir que somos un trío frustrado de lesbianas amargadas, que odian con locura a todo poseedor de una semiautónoma protuberancia colgante. La segunda conclusión, tiene que ver con la aversión por los nuevos PhD mula de Sicología (sic), graduados de la Universidad Ya y del Instituto Horóscopo Farandulero (2). Así, concluimos acerca de las bondades de emprender una cruzada contra la Psicología de Bolsillo.

Hoy estamos ávidas de adeptos: sólo se requiere una encantadora arrogancia, un hígado destrozado por el alcohol y cultivar el estilo vienés... sobre todo, cultivar el estilo vienés.


(1) Lector distraído o adorable novato, el estilo vienés hace referencia a la Viena de Freud y versa sobre un estilo adoptado por los psicoanalinitos de la Escuela, es decir, ropa ligeramente formal y usualmente oscura, para generar una imagen de intelectual misterioso (también hay lanas, pero eso es ya otra histeria).

2 ¡Llame ya! ¡Le ofrecemos un océano de conocimientos con un centímetro de profundidad!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

juajauajaujauauauaa, como extraño esas conversaciones estilo vienes!!!!!!! me as sacado risas...

isolda...

Anónimo dijo...

Como alumno de quinto año, puedo decir que una de las pocas cosas que voy a echar de menos de la "cultura popular" epuc (q es ultra mula la verda digamoslo)es esta columna.. q buena q este ahora en la web, ya que en segundo semestre de quinto ya no vai ni cagando... mm cuando me contaron el gran secreto de quien la escribia me sorprendio bastnte la verdad, pero es notable, asi q por lo mismo.. mantendre el "secreto" (q a desproposito, es una pelicula q tiene bastante de esa misticicidad mula de la q a veces es parte la psicologia.. no se la recomiendo a nadie, por mas q nunca va a faltar la loca new age q les va a decir q tienen q verla pq les va a cambiar la vida). Ah y algun dia quiza use mis dotes de buen histerico con esta histerica, a ver q pasa.