agosto 01, 2006

Bienvenido a Psicología: Elige tu mentira

Compañeros: dudas, incertidumbres y lagos nocturnos viajan de arriba abajo por el cosmos y el mundo de la vida. Siempre cercano a los contornos de las teorías y modelos aparecen algunas dudas. El problema de la certeza, de la certidumbre, del saber, ha sido problema para toda disciplina concebida por el hombre, las ciencias, las humanidades, ha sido y es problema para la física o la biología. Lo fue para la física en tiempos mozos, en que se desvelaban genios frente a ecuaciones, que no lograban explicar lo que veían frente a un experimento. La física cuántica deriva en el uso del método probabilístico, la partícula escapa al hombre que redacta el principio de Incertidumbre. “La realidad como programa”, “la física es metafísica”, declaradas por el físico más famoso: Einstein. En esas preguntas se movía aquella disciplina sobre la que se inspiraban otras, como la psicología en su momento, antes de los tiempos erráticos de la gestación de la física cuántica. No muy distintas cosas ocurren en psicología, ni en otras disciplinas, no ya respondidas son hoy esas preguntas. Se abre moza la incertidumbre del primer psicólogo frente a su paciente, en su primer día. Trata de articular cosas con las teorías y modelos que trae de la universidad. Frente, tiene el inmenso mar que son los ojos.

Teorías no comprobadas racionalmente, algunas no comprobables de hecho (crítica de Popper al psicoanálisis), teorías que no pueden ser seguras, por naturaleza.

Estudios probabilísticos, epidemiológicos, etnográficos, teóricos. Incertidumbre de clasificaciones, etiquetar al paciente. Según dirá el doctor Caponni (2003), el diagnóstico no será ni objetivo ni subjetivo, sino ético. Una elección completamente libre. Se dice que las teorías jamás han querido presentarse a ellas mismas como certeras, pero a mí me parece que a veces nos movemos con una confianza que se deja llevar sin cuestionamientos y que fácilmente olvida algunas consideraciones. Quizás no apurarse tanto, dejar que la duda reverbere un momento más. Sobretodo en nuestra disciplina, y como en otras más, el conocimiento se dirige ahora hacia la funcionalidad, lo práctico, no ya buscando un conocer, o una mejor certeza, un conocer mejor. Se habla de una época de falta de certezas, se habla de los posmodernos que quieren tirar las teorías a la basura; se habla de consideraciones culturales, se habla de clasificaciones que encajonan, de tratamientos que deshumanizan. Conocer es limitar, parcializar; definir es enmarcar; conocer es desconocer. La precisión es un consenso, entre dos números siempre hay otro; la lógica es una tautología, las matemáticas una estructura vacía. Las teorías y conceptos son históricos, pasarán con el tiempo; un día nació el oxígeno, otro día nació el hombre según el hombre, y otro día un físico publicó un libro describiendo los primeros minutos del universo.

Mientras, Don Juan habla de ver. El misterio permanece en silencio. Frente al Kosmos, el orden universal, preferible el Tao, oscuro, caótico, silencioso, en movimiento.

Hagamos aquí un espacio para las preguntas, dejemos las preguntas abiertas.

por Nicolás Amaro

No hay comentarios.: